En noviembre de 2003, la Comisión Europea propuso nuevas normas concebidas para garantizar la recuperación y el reciclaje de casi el 100% de las pilas usadas, en un intento por prevenir los problemas medioambientales y de salud que podrían causar.
La UE produce anualmente más de un millón de toneladas de pilas, y muchas de ellas contienen sustancias químicas peligrosas como el plomo y el cadmio. A pesar de todo, en 2002, el 45% de las pilas de uso doméstico vendidas a los consumidores acabaron en la cadena de residuos, en plantas incineradoras o en vertederos. Tan sólo fue posible recuperar el 17% después de su uso. Al quemarlas, las sustancias que liberan contribuyen a la contaminación atmosférica y dejan restos nocivos en los residuos de la incineración. Si se arrojan en vertederos, estas sustancias químicas pueden filtrarse y contaminar el medio ambiente local.
Un elemento clave de la nueva estrategia de la Comisión consistirá en crear un sistema de ciclo cerrado para todas las pilas, de modo que los Estados Miembros de la UE tendrán que evitar incinerar las pilas usadas o deshacerse de ellas en vertederos, y lograr un alto nivel de recuperación y reciclaje. La propuesta de directiva, que deberán acordar los Estados Miembros y el Parlamento Europeo, prohíbe tanto la eliminación en vertederos como la incineración de las baterías de vehículos o de uso industrial - que representan algo más de un millón de toneladas - y exige la creación de sistemas de recuperación eficaces para todas las pilas de uso doméstico. De este modo, también se facilitará la recuperación y reutilización de los metales valiosos que contienen, como el plomo, el níquel, el cobalto y la plata.
Las normas en vigor en la UE en cuanto a la gestión de las pilas usadas solamente se aplican a aquellas pilas que contienen ciertos niveles de cadmio, mercurio y plomo, y por consiguiente tan sólo cubren el 7% de las pilas de uso doméstico. Entre los consumidores ha reinado la confusión sobre qué pilas se pueden recuperar, lo que ha conllevado niveles bajos de recogida y recuperación en la UE. Sin embargo, existen diferencias significativas entre los países de la UE. Varios Estados Miembros ya cuentan con un excelente historial en materia de recogida y reciclaje de pilas. Los ciudadanos belgas son los europeos más concienciados, pues lograron recoger para su reciclaje 230 g de pilas por persona en 2002, en comparación con los 2 g por persona del Reino Unido. La Comisión desea que los 15 Estados Miembros actuales y los 10 futuros introduzcan sistemas de recogida y reciclaje de fácil uso.
Objetivos específicosLa propuesta de directiva fija en 160 g al año el objetivo previsto de recogida de pilas de uso doméstico que se han de recuperar por persona, lo que equivaldría a entre 4 y 5 pilas por persona al año.
Habida cuenta de la preocupación especial existente en cuanto al cadmio (se ha definido a las pilas de cadmio como un residuo peligroso), se ha fijado un objetivo adicional de recuperación del 80% para todas las pilas de níquel-cadmio producidas cada año, a fin de garantizar que no acaban en el conjunto de los residuos. Los Estados Miembros deberán supervisar cuántas pilas de níquel-cadmio entran en sus sistemas de residuos urbanos, y asegurarse del funcionamiento en la práctica de los sistemas de ciclo cerrado.
Sobre todo, la Comisión tiene la intención de que la totalidad de las baterías de vehículos e industriales recuperadas y al menos el 90% de las pilas de uso doméstico recuperadas se envíen a plantas de reciclaje. Como máximo, todavía podría acabar en los vertederos el 10% de las pilas de uso doméstico recuperadas; principalmente aquellas que han resultado dañadas durante el proceso de recogida y que técnicamente ya no se pueden reciclar.
La Comisión también prestará especial atención a la calidad del proceso de reciclaje mediante el establecimiento de objetivos para la cantidad de material que se puede recuperar - la conocida "eficacia de reciclaje". Se trata de un nuevo elemento de la legislación de la UE en materia de residuos y debería garantizar la recuperación de los materiales valiosos que se encuentran en las pilas. Para las baterías de plomo ácido como las que se emplean en los vehículos, el proceso de reciclaje debería recuperar todo el plomo y el 65% del peso medio. Para las baterías de níquel-cadmio, como es el caso de las recargables, el proceso de reciclaje debería recuperar todo el cadmio y el 75% del peso medio. Para los otros tipos de pilas, la eficacia de reciclaje debería alcanzar el 55% del peso medio.
Algunas cifras sobre las pilas:En el mercado de la UE se comercializan cada año (aproximadamente):
· 800.000 toneladas de baterías de automóviles (coches y vehículos)
· 190.000 toneladas de baterías industriales
· 160.000 toneladas de pilas de uso doméstico
Los metales que contienen difieren enormemente:
· Las baterías de los automóviles son en su mayoría de plomo-ácido;
· Las baterías industriales incluyen tanto plomo-ácido como níquel-cadmio;
· Las pilas domésticas incluyen las de uso general (principalmente zinc-carbono y alcalinas de manganeso), pilas de tipo "botón" (principalmente mercurio, zinc-aire, óxido de plata, óxido de manganeso y litio) y las baterías recargables (principalmente níquel-cadmio, níquel hidruro metálico, ion-litio y plomo-ácido sellado).